En el marco del conflicto y la tensión latente en el este europeo, Estados Unidos y Ucrania acordaron un marco de seguridad para acelerar las negociaciones con Rusia, por el conflicto que ya lleva casi tres años. El anuncio, realizado este sábado por el Departamento de Estado norteamericano, señala un paso hacia una "paz duradera y justa", aunque inestable dada las nulas respuestas por parte del Kremlin.
El acuerdo preliminar surge tras dos días de negociaciones en Miami, donde se reunieron representantes de ambos países. Por el lado estadounidense, participaron el enviado especial para la Paz, Steven Witkoff, y Jared Kushner, mientras que por Ucrania estuvieron el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Rustem Umerov, y el jefe del Estado Mayor General, Andrii Hnatov. Según Washington, el objetivo es establecer las bases para una seguridad compartida que garantice la independencia ucraniana y promueva un futuro democrático estable.
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Este encuentro, que fue el sexto en apenas dos semanas, refleja un ritmo de trabajo intenso que busca acelerar una salida diplomática al conflicto, al mismo tiempo que Estados Unidos pretende consolidar su rol como garante de la reconstrucción y la estabilidad de Ucrania. El propio Umerov reafirmó que "a prioridad de Ucrania es lograr un acuerdo que proteja su soberanía y siente las bases para un futuro democrático próspero".
Durante las conversaciones, las delegaciones abordaron también los resultados de la reciente reunión entre Estados Unidos y Rusia, y coincidieron en que cualquier avance real hacia la paz dependerá de la "predisposición de Moscú para comprometerse de manera seria con la desescalada". En ese sentido, según indicaron, se discutieron las capacidades de disuasión necesarias para evitar nuevos enfrentamientos y mantener un equilibrio estratégico en la región.
La paz en Ucrania y la cuestión económica
Además, el diálogo incluyó un capítulo económico bautizado como la "agenda de prosperidad futura", que busca articular proyectos conjuntos para la reconstrucción de la infraestructura ucraniana y la promoción de inversiones en sectores estratégicos. Estados Unidos se comprometió a respaldar iniciativas que impulsen el crecimiento y la recuperación social tras los años de guerra, mientras que Kiev intenta atraer capitales internacionales para reconstruir ciudades devastadas.
Aunque el comunicado oficial mantiene un tono optimista, algunos analistas internacionales advierten que aún queda un largo camino antes de un acuerdo definitivo. Rusia, hasta el momento, no emitió una respuesta clara sobre el marco propuesto, y algunos sectores en Washington consideran que las concesiones necesarias para alcanzar una paz "duradera" podrían ser políticamente costosas.
