El Gobierno nacional oficializó, a través del Decreto 426/2025, profundos cambios en distintos organismos del Estado, entre ellos la transformación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que pasó a ser un ente desconcentrado bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía. Ante esta medida, el Gobierno de Formosa cuestionó la decisión de la gestión libertaria de Javier Milei por su impacto directo sobre los trabajadores.
En comunicación con la Agencia de Noticias Formosa (Agenfor), el director de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) El Colorado, Federico Miranda, recordó que si bien se venía trabajando arduamente en “repensar la institución, siempre en aras de hacerla más eficiente para llegar de una manera más efectiva a los productores”, desde la gestión libertaria los cambios “pasaban por una reducción estructural en términos físicos, ya sea de unidades y personal”.
“Creo que se están tomando decisiones basadas en números que no son la realidad, en circunstancias que no son las reales en el marco técnico”, remarcó el ingeniero, advirtiendo que con el avance de la motosierra libertaria “se llegará a un punto donde ya será tan chica la estructura que no podrá ni siquiera cumplir con su función”.
Por último, reprobó que “se están tomando decisiones centralizadas, basadas solamente en planillas de cálculo”, ya que “no es lo mismo el INTA en la zona núcleo que Chaco, Formosa, Jujuy o Salta. Son realidades distintas”.
La carta del director del INTA
El director del INTA, Ariel Pereda, cuestionó el decreto del Gobierno nacional que modificó el organismo, descentralizándolo y dejándolo bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, dentro del Ministerio de Economía. "Modernizar no puede ser sinónimo de arrasar", expresó.
"La palabra 'modernización', por lo general, suena bien. Hace referencia inmediata al progreso, a una mayor eficiencia, adaptarse al futuro. Cuando se utiliza como único concepto para justificar el cambio o la transformación, exige un análisis profundo sobre los diagnósticos y fundamentos que lo impulsa", comenzó la carta que difundió Pereda. "El reciente decreto presidencial que redefine el INTA no lo elimina formalmente, pero lo modifica en su esencia. Lo que se propone no es una reforma, sino una transformación forzada, autoritaria y extremadamente injusta. Porque lo que se está desmantelando no es solo un organismo técnico. Es una institución pública federal, con prestigio internacional, profundamente meritocrática, con una rica historia de logros y una legitimidad construida desde la participación territorial. Lo que está en riesgo no es una estructura administrativa, es una red viva que conecta ciencia, producción, tecnología y comunidades en todo el país", continuó.
Luego, explicó cómo "se destruye una institución sin cerrarla", y profundizó: "Eliminando su autonomía, quitando poder a sus representantes territoriales, borrando la voz de la academia y reduciendo la de los productores en el Consejo Directivo. Con esta reforma, el INTA queda bajo el mando directo del gobierno de turno, con una mayoría automática en la toma de decisiones y un presidente con rango de secretario que concentra todo el poder".
"La nueva versión del INTA se vuelve dependiente, discrecional, verticalista y con un alto riesgo a transformarse en autocrática. ¿Qué podemos esperar? Que se promuevan y financien sólo las líneas que generen rentabilidad inmediata o que cuenten con lobby privado. Las economías regionales, los productores familiares, los saberes locales, pues quedarán fuera del radar. No por falta de mérito, sino por falta de rédito", añadió el director del INTA.