En la previa de los festejos por Navidad 2025 y Año Nuevo, la Ciudad de Buenos Aires avanzó con una prohibición total del uso de pirotecnia con “efecto audible” en todo su territorio. El objetivo es disminuir los daños que el estruendo provoca en menores de edad, adultos mayores y personas con autismo, como también en animales y el ecosistema urbano.
El anuncio se conoció a través de un mensaje publicado por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, en la red social X, donde detalló los fundamentos de la medida.
“La pirotecnia sonora afecta la salud de personas mayores, personas con TEA y bebés. Además, provoca daños a los animales y al ecosistema. Esta decisión también responde a un pedido que escuchamos de forma recurrente en las reuniones de vecinos”, sostuvo el mandatario.
La decisión amplía una restricción que hasta ahora se aplicaba solo en áreas puntuales —como hospitales y reservas ecológicas— y establece un nuevo criterio general: la Ciudad pasa a ser, de manera integral, una “zona calma” libre de artificios con efecto audible.
De qué se trata la medida
Esta resolución instruye a la Agencia de Protección Ambiental (APRA) a adecuar la normativa vigente, y a establecer controles sobre el uso de artificios pirotécnicos y de estruendo. El artículo 1 declara Buenos Aires como “zona calma libre de pirotecnia” y prohíbe expresamente cualquier elemento con "efecto audible“.
En tanto el artículo 4 de la normativa extiende la prohibición a todos los eventos y espectáculos organizados por el sector público porteño. Hasta el momento, la regulación vigente (dictada en 2020) delimitaba radios de 100 metros alrededor de espacios sensibles, como las reservas ecológicas Costanera Norte y Sur, el Lago Lugano, el Ecoparque y los hospitales. Con la nueva disposición, la restricción se extiende a cada barrio y comuna de la Ciudad sin distinción.
Como establece el artículo 26 de la Constitución de la Ciudad, “el ambiente es patrimonio común y toda persona tiene derecho a gozar de un ambiente sano, así como el deber de preservarlo y defenderlo, en provecho de las generaciones presentes y futuras”.
Por qué se prohíbe la pirotecnia sonora
La pirotecnia sonora puede generar crisis en personas con trastornos del espectro autista, afectar a bebés y adultos mayores, y provocar episodios de estrés severo en animales domésticos y silvestres. Además, los residuos de estos artificios contribuyen a la contaminación ambiental.
Por último, la normativa también contempla algunas excepciones puntuales. Queda excluidos de la prohibición los artificios usados para emitir señales de auxilio, los destinados a las Fuerzas de Seguridad y Defensa Civil, y los casos en los que su uso resulte estrictamente necesario por razones operativas o de seguridad.
