Como en cada Navidad, hubo controles de alcoholemia en toda la Ciudad de Buenos Aires. Este jueves 25 de diciembre, la Policía de la Ciudad difundió algunos de los argumentos más insólitos que les dieron los conductores.
Uno de los casos más llamativos fue el de un hombre que, visiblemente nervioso, sometió a la oficial a un interrogatorio médico. Aunque su test dio 0,07 gramos por litro de sangre, dentro del permitido para particulares, el conductor no se quedó tranquilo. "¿El Listerine no te arroja ese valor?", preguntó, generando el desconcierto de la agente. El hombre juró que no había brindado y que venía de trabajar, pero su preocupación escaló a niveles culinarios: llegó a confesar que había consumido "aceite de oliva" y preguntó si eso podía alterar el resultado. La respuesta fue un rotundo "no" y lo dejaron seguir.
Otro episodio tuvo como protagonista a una mujer que complicó el procedimiento desde el arranque. Le costaba soplar de manera continua y, entre intento e intento, cuestionó la higiene del dispositivo: "Este no está tocado por otro, ¿no?". La oficial, ya molesta, le tuvo que explicar que la boquilla era descartable. El resultado fue contundente: 1,25 gramos de alcohol en sangre, más del doble de lo permitido. Ante la inminente retención de la licencia y el acarreo del vehículo, la conductora arrojó, aunque sin éxito: "Vivo acá a la vuelta".
La situación más confusa se dio con un hombre que dio 0,48 gramos de alcohol por litro de sangre. Si bien estaba debajo del límite de 0,5 para particulares, el valor es sancionable para conductores profesionales (cuyo límite es 0). El problema fue que el hombre primero admitió que llevaba pasajeros y luego, al ver el número, intentó desdecirse. "Preguntales", le suplicaba a la agente para que los ocupantes del auto mintieran por él. Cuando la policía le dijo que él mismo había confesado estar trabajando, el conductor sostuvo: "Me confundí, los conozco de la cuadra... el auto no es mío". Finalmente, se entregó a la sanción.
Menos positivos que en 2024
La Ciudad desplegó más de 30 puestos estratégicos donde se realizaron 5.394 testeos hasta las 7 de la mañana. El saldo fue de 30 positivos, lo que representa una tasa de positividad del 0,47%.
La cifra marca una mejora notable respecto a la Navidad pasada, cuando la tasa había sido del 0,83% con una cantidad similar de controles. Del total de infraccionados de este año, 11 conductores superaron el gramo de alcohol en sangre, y el récord de la jornada se lo llevó una persona con 1,74 gramos de alcohol por litro de sangre.
