El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), emblema del desarrollo rural y la innovación agropecuaria en Argentina, atraviesa una de sus crisis más graves. El plan de rediseño estructural impulsado por el presidente Javier Milei y ejecutado por el ministro Federico Sturzenegger implica un severo recorte presupuestario que pone en riesgo el funcionamiento del organismo a nivel nacional. En el norte argentino, donde el INTA cumple un rol fundamental para las economías regionales, el impacto sería devastador para provincias como Formosa.
En la provincia gremios y trabajadores alertan por el posible cierre de agencias y una ola de despidos que afectaría a la mitad del personal. En diálogo con medios locales, María Cristina Quintana, referente provincial de APINTA (Asociación del Personal del INTA), expresó su preocupación: “En Formosa hay unos 120 trabajadores repartidos entre la estación experimental de El Colorado y cinco agencias más. La tensión es total. Lo que se viene es un ataque directo a una herramienta clave para el desarrollo agropecuario”.
La posible pérdida de la autarquía financiera y la gobernanza regional del INTA es uno de los puntos más resistidos. La estructura descentralizada del organismo permite adaptar tecnologías a las necesidades locales, articular con universidades y acompañar a productores con conocimiento territorial. Su eliminación implicaría una recentralización en Buenos Aires que desconoce la diversidad productiva del país.
El desmantelamiento del INTA no solo amenaza empleos, sino que deja a miles de pequeños y medianos productores sin asistencia técnica, ni estrategias ante fenómenos climáticos. “No se trata solo de ciencia. Es soberanía alimentaria y desarrollo nacional lo que está en juego”, advirtió Quintana.
Formosa, el polo productivo del NEA
Con una inversión estratégica que alcanza los 3,5 millones de dólares, la empresa Cloronor S.A. consolida su expansión en el Parque Industrial de Formosa y da un salto cualitativo en el desarrollo de la industria química regional. La firma anunció la puesta en marcha de una nueva línea de producción de ácido clorhídrico, insumo clave para múltiples sectores productivos del país y con alta demanda en la industria del litio y la minería no convencional.
Actualmente, solo dos grandes compañías en Argentina —Transclor S.A. y Unipar S.A.— producen ácido clorhídrico a escala industrial, lo que generó una marcada escasez y elevados costos para su abastecimiento. En ese contexto, el avance de Cloronor posiciona a Formosa como el nuevo eje de provisión en el NEA, rompiendo la concentración del mercado y garantizando disponibilidad regional de un producto indispensable para la potabilización del agua, el tratamiento de metales, la extracción de hidrocarburos y la industria minera.
La empresa, que ya produce hipoclorito de sodio, sulfato de aluminio, policloruro de aluminio y soda cáustica, fortalece así su perfil industrial y amplía su impacto en la economía provincial. Actualmente emplea a 80 trabajadores, en su mayoría ingenieros y técnicos locales, y mantiene convenios con universidades y colegios técnicos de Formosa para la formación continua del capital humano.
Uno de los proyectos más destacados es el desarrollo de una columna de fabricación de ácido clorhídrico, equipo crítico cuya construcción está siendo supervisada por técnicos de la empresa en la provincia de Sichuan, en China. La misión técnica también incluyó la participación en la Feria Internacional de Cantón 2025, un evento clave para el intercambio comercial y tecnológico a nivel global.