Emilia Delfino y el desafío de perfilar a Villarruel: el libro que la retrata entre el sueño de la derecha y el de su familia

Emilia Delfino profundiza, en diálogo con El Destape, sobre el pensamiento y el futuro de la vicepresidenta de la Nación, a partir de su libro "La Generala. Biografía no autorizada de Victoria Villarruel" publicado este año por la Editorial Planeta.

15 de diciembre, 2025 | 16.43

Victoria Villarruel es una figura llamativa dentro de la estructura de poder que dirige desde Balcarce 50 el presidente Javier Milei. Mientras que él acumula libros, críticas y perfiles periodísticos sobre su presente y su pasado, poco se sabe de su compañera de fórmula, que lo acompañó desde 2021 cuando ambos fueron electos diputados, y con quienes supieron forjar una confianza que hasta les valió rumores de ser pareja -desmentidos por ambos-. Victoria Villarruel fue entonces la elegida por la periodista de investigación Emilia Delfino, quien a principios de 2024 quiso ahondar en el análisis de la estructura de poder de La Libertad Avanza, el flamante nuevo partido que cambió el tablero político desde la restauración democrática en 1983, que era hegemonizado por el radicalismo y el peronismo como los partidos tradicionales.

Emilia Delfino y el desafío de perfilar a Villarruel: el libro que la retrata entre el sueño de la derecha y el de su familia.

En diálogo con El Destape, Delfino profundiza sobre las entrevistas que hizo en su último libro La Generala. Biografía no autorizada de Victoria Villarruel, la vicepresidenta que desafía a los Milei, publicado este año por la Editorial Planeta. Analiza su pensamiento, la relación con su familia, su relación con el peronismo, lo genuino y realmente transparente de su sueño de gobernar la Argentina y lo más importante: qué la diferencia de Javier Milei para diagramar un proyecto político propio, separado del experimento liberal libertario que su viejo aliado defiende con uñas y dientes.

Villarruel es enigmática. Nunca blanquea lo que piensa realmente. Por ejemplo, en las primeras páginas del libro, Delfino cuenta el detalle del primer encuentro entre la ahora vicepresidenta y Mario “Pato” Russo, ex consultor de Milei devenido en íntimo de la Vice y su asesor principal, en el que buscó evaluar sobre cómo asesorarla. Lo primero que le preguntó a Villarruel es si creía que los guerrilleros y militantes de las organizaciones armadas de los años ’70 debían estar muertos o presos. Ella le contestó que no, que no era así y que no lo pensaba. 

“Hay otras declaraciones de ellas previas a esa reunión, incluso públicas, que hablan de una defensa del accionar de los militares en la dictadura que hacen muy difícil pensar que se puede separar el accionar con pensar que estuvo mal o que fue una atrocidad, o que fue amoral, ilegal”, señaló Delfino para este medio. “Si vos partís de la base que eso fue ilegal, amoral e inconstitucional, una aberración a los derechos humanos. ¿Cómo podés defenderlos cuando están en la cárcel? Es muy difícil”, agregó la autora.

Emilia Delfino sobre el desafío de perfilar a Victoria Villarruel: "Quiere ser alguien, tener el poder para decidir"

-¿Entonces qué piensa ella, realmente?

Ella es de derecha. Y es de una derecha conservadora, tradicional, católica y nacionalista, pero hasta donde le conviene. Porque hay un sector de los nacionalistas que históricamente en este país, con tal de cumplir sus ambiciones de retener el poder, son capaces de juntarse con los liberales. Y ese es su caso también, porque si no, no habría sido candidata de un liberal libertario.

-Es ambiciosa, entonces. ¿De dónde viene esa ambición?

Villarruel es una mujer muy marcada por el legado de su familia. Su papá, el coronel Eduardo Villarruel y su abuelo materno, el marino Laurio Destéfani, fueron figuras muy presentes para ella, a tal punto que los considera como puntos de llegada para sí misma: siempre los vio cómo héroes y quiso estar a su altura. La ambición nace de ser como ellos. Y cómo buen producto de esta época, esa ambición es más grande y más fuerte que el verdadero objetivo que conduce su ambición. Es llegar por llegar, ser alguien, tener el poder para decidir y ser lo que su padre no pudo ser. Y también ser lo que su abuelo quería para ella.

-¿Podría gobernar la Argentina?

Emilio Viramonte Olmos, su mano derecha, le decía que antes de dormir se preguntara para qué quería ser y por qué. Porque si ella quería llegar sólo por ego, se iba a estrellar contra la pared y no iba a ser nada. Porque si a vos te conduce algo muy pequeño, comparado con lo que después vos te enfrentás cuando llegas a un cargo presidencial, terminas mal. Ella nunca le terminó de responder la pregunta, ni siquiera a él que era su amigo. Y también hay otro factor que limita ese sueño: tiene que encontrar donde insertarse política y electoralmente para apuntar a algún cargo en 2027, porque La Libertad Avanza ya le cerró la puerta y ella no quiere volver. Está condicionada por la interna que tiene con Milei y en cómo la disputa entre ambos le afectó realmente a su imagen, porque eso a ella la golpeó.

-Hay peronistas que la buscan. ¿Podría ser candidata por el peronismo?

Creo que es una de las opciones que su equipo de asesores está evaluando. Ella está rodeada de peronistas. Tiene al “Pato” Russo, un alfil conservador pero peronista, y además bonaerense, que es territorio predilecto del peronismo. Tiene también a Claudia Rucci, peronista; a Miguel Ángel Toma, que la aconsejaba para la campaña de 2023. También al salteño Juan Carlos Romero, que le ayudó a conocer el Senado y saber manejarlo cuando no conocía a nadie. Fueron todos peronistas los que la ayudaron y ella se dejó ayudar. El peronismo la fue a buscar también, le abrió las puertas.

-Aunque sea nacionalista, fue candidata de un liberal. ¿Tienen programas distintos? ¿Ella tiene programa?

La gran diferencia es que Milei tiene un programa, mientras que Villarruel está en duda. Por lo que vimos hasta ahora, ella iba a ser el alma política de los ministerios de Defensa y Seguridad, pero no tenía candidatos concretos y contundentes para Seguridad, sólo para Defensa. No tenía programa ni plan. Y si bien en su entorno lo niegan, la realidad es que si a ella le preguntamos quién sería su candidato a ministro de Economía, no lo tiene. ¿Qué quiere en lo económico, en un país donde esa área es central? La ausencia de esa respuesta demuestra que no tiene un plan. No puede proyectar un país sólo con un funcionario para Defensa.