El príncipe Harry consideró la increíble idea de cambiar su apellido a Spencer, el mismo que lleva su madre, la recordada Lady Di. Según el Daily Mail, conversó sobre este tema con Charles Spencer, el hermano de Diana, durante su reciente visita al Reino Unido. Sin embargo, la respuesta del conde no fue la esperada.
Un amigo cercano a Harry comentó: "Mantuvieron una conversación muy amistosa y Spencer le aconsejó que no diera ese paso". Al parecer, esta sugerencia marcó una nueva y dolorosa ruptura entre Harry, su hermano William y su padre, el rey Carlos III.
Mountbatten-Windsor, que actualmente llevan Harry y sus hijos, Archie y Lilibet, es el apellido familiar desde 1960, un nombre que combina las raíces de la familia real británica con el legado del duque de Edimburgo, quien era muy cercano a la reina Isabel II.
En los certificados de nacimiento de sus hijos, Archie y Lilibet, se puede ver que llevan el apellido Mountbatten-Windsor. Aunque sus títulos de príncipe y princesa no provienen de su nacimiento, sino por la ascensión al trono de su abuelo.
De esta manera, cambiar a Spencer podría llevar a una conexión más fuerte con la historia familiar, ya que Lilibet podría ser conocida como Lilibet Diana Spencer. Por su parte, Meghan Markle señaló en varias ocasiones que su apellido es Sussex, lo que podría complicar aún más esta posibilidad.
El particular viaje del príncipe Harry que frustró su "reencuentro" con el rey
Mientras los reyes Carlos y Camilla realizaron una histórica visita a Canadá, el príncipe Harry decidió cruzar el mundo y hacer una aparición en China. El duque de Sussex participó en la Conferencia Global de Socios Envision 2025, organizada por Trip.com Group.
Como fundador de Travalyst, una iniciativa que promueve el turismo sostenible, Harry se encargó de pronunciar el discurso inaugural. En su intervención, dejó claro que "el cambio climático no es solo un desafío ambiental: es una emergencia empresarial crítica, que le cuesta a la economía mundial 143 millones de dólares anuales".
Este viaje a Asia coincidió con la primera parada de Carlos III y Camilla en Ottawa, y aunque la posibilidad de un encuentro entre padre e hijo era remota, algunos especularon que dada la proximidad entre Canadá y California, podrían verse. Sin embargo, la decisión de Harry de trasladarse a China arruinó cualquier chance de reunirse, lo que representó otra oportunidad perdida para restablecer la conexión familiar.
Mientras Harry se concentró en su labor, Meghan permaneció en su hogar de Montecito con sus dos hijos. La duquesa compartió algunas imágenes del día a día de su vida familiar, donde se la vio cocinando en su casa.
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