En el universo de la gastronomía argentina, la tradición cárnica ocupa un lugar central y continúa generando propuestas que trascienden fronteras. Entre las opciones más reconocidas, una parrilla de Buenos Aires logró consolidarse como referente indiscutido, no solo por la calidad de su cocina, sino también por una estética cuidada y un ambiente que respira identidad local. En este contexto, su desembarco en Europa marcó un nuevo capítulo.
Una propuesta basada en carnes de excelencia
La Dorita se posiciona como una de las parrillas más reconocidas de la ciudad por su enfoque en carnes de pastura provenientes de novillos pesados, seleccionadas bajo estrictos estándares de calidad. La cocción se realiza a leña de quebracho, técnica que realza el sabor natural de los cortes y aporta un aroma característico difícil de igualar. Entre las especialidades de la casa se destacan el asado especial de seis costillas, el ojo de bife, la entraña y el vacío fino, todos servidos en fuentes de hierro candente sobre tablas de madera.
Además de su propuesta principal, el menú incluye entradas tradicionales como empanadas de carne cortada a cuchillo, mollejas al limón, tortilla de papas con provolone estacionado y el popular choricampi, que combina chorizo con pan de campo. Las guarniciones, lejos de ser meros acompañamientos, incorporan sabores innovadores como boniato al rescoldo con emulsión de mandarinas.
Si bien la carne es el eje de su identidad, también se ofrecen pastas caseras que enriquecen la experiencia: ravioles de espinaca con mascarpone o ñoquis de papa acompañados con ragú de ternera. Para cerrar, los postres argentinos tradicionales como panqueques con dulce de leche, flan y volcán de chocolate Fénix refuerzan el valor de lo autóctono.
Dónde queda La Dorita: las 3 sedes
- Bulnes 2593: barrio de Palermo
- Humboldt 1892: barrio de Palermo
- Cdad de la Paz 2130: barrio de Belgrano
Un ambiente que rinde homenaje a la cultura popular
El entorno de La Dorita es otro de los elementos que definen su personalidad. La ambientación combina lo rústico con detalles cuidadosamente seleccionados para construir una atmósfera cálida y distintiva. La decoración, diseñada por Paula Gallegos, presenta murales del artista Marcos López, guirnaldas de luces de colores y fotografías de íconos como Diego Maradona y Juan Manuel Fangio. Además, se suman elementos como un altar dedicado a El Gauchito Gil y una réplica de La Gioconda, que otorgan un tono irreverente pero lleno de identidad.
Las mesas de madera rústica, las lámparas fabricadas con botellas recicladas y la calidez de su iluminación invitan al encuentro y a compartir la comida como un acto cultural. Esta combinación de tradición y creatividad convirtió a La Dorita en una parrilla de Buenos Aires que dialoga con el presente sin perder sus raíces.
De Buenos Aires a Madrid: el desembarco internacional
Consolidada en la escena local como una de las favoritas tanto por residentes como por turistas, La Dorita logró dar el salto internacional. La apertura de una sede en Madrid refleja el alcance que puede tener una propuesta gastronómica auténtica y coherente. En el corazón de la capital española, la experiencia porteña se reproduce con fidelidad, desde los cortes y preparaciones hasta la ambientación, respetando cada detalle que la hizo destacarse en su lugar de origen.
El éxito en Madrid demuestra que la gastronomía argentina, y en particular el formato de la parrilla, mantiene su capacidad de seducción incluso en mercados exigentes. La combinación de producto de calidad, técnica cuidada y un entorno emocionalmente resonante permite exportar una experiencia que va más allá del plato servido.