Tras detectar irregularidades graves en obras realizadas en el subsuelo del Mercado de San Telmo, ubicado en la calle Bolívar al 900, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del fiscal Blas Matías Michienzi, dispuso el inicio de una investigación penal preparatoria por daños al patrimonio histórico. A su vez, se decidió la clausura total del Mercado durante la investigación.
Con el fin de determinar la responsabilidad en la destrucción y descarte de materiales con alto valor arqueológico, se realizaron en el lugar inspecciones integrales y se dispuso el cese de actividades del sitio.
La investigación inició este lunes 15 de diciembre, cuando un llamado telefónico alertó que el personal del mercado realizó excavaciones que excedían los permisos de obra otorgados oportunamente. Cabe aclarar que todo el inmueble fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2001, por lo que posee protocolos de preservación patrimonial especiales. Aparentemente, estas excavaciones no habrían respetado tales protocolos.
Tras este aviso, Michienzi ordenó una inspección integral en el lugar. La misma contó con el trabajo coordinado de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras de la AGC, la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad y la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico.
Durante el procedimiento de inspección, se pudo comprobar que diversos elementos arqueológicos fueron extraídos del subsuelo cuando excavaron. Estos fueron arrojados a un contenedor de basura cercano a la obra, tratándolos como simples escombros y no como las piezas de valor histórico que representan para la Ciudad.
Cómo avanza la investigación
Por el momento, se procedió a elaborar actas circunstanciadas y a tomar registros fotográficos de las excavaciones y de los materiales recuperados dentro y fuera de la obra. Esta investigación se encuadra en los supuestos de los artículos 46 y 47 de la Ley 25.734, sobre protección del patrimonio arqueológico y paleontológico, y busca determinar el alcance del daño producido en el subsuelo y si existió una omisión deliberada del deber de informar los hallazgos.
Las figuras legales previamente mencionadas sancionan a quienes realicen excavaciones sin permiso del organismo competente; en ese orden, también sancionan a quienes dañen o destruyan yacimientos arqueológicos, ya sea de manera intencional o por negligencia.
Realzando el valor simbólico del sitio que estuvo en peligro, el fiscal Michienzi destacó: "El Mercado de San Telmo no es solo un punto comercial, es un espacio protegido por ley nacional. Cualquier intervención debe ser supervisada para evitar la pérdida irreversible de nuestra historia".
