La llegada masiva de prendas económicas importadas desde China, como las que ofrecen Shein y Temu, revolucionó el mercado argentino a menos de un año de la apertura de las importaciones. Remeras, pantalones, vestidos y calzados a precios muy accesibles se convirtieron en una opción popular, pero detrás de esta tendencia se esconden riesgos que especialistas de la salud no dejan pasar por alto.
Según un informe de Greenpeace titulado “Los trapos sucios de SHEIN”, la producción masiva de estas prendas utiliza sustancias químicas que no solo dañan el medio ambiente, sino que también pueden afectar la salud de quienes las usan. La preocupación crece porque estos productos contienen hidrocarburos aromáticos policíclicos y alquilfenoles, compuestos presentes en plásticos y tintes de baja calidad que podrían ser cancerígenos.
Además, se detectó la presencia de ftalatos, usados para ablandar materiales sintéticos y presentes en al menos un 68% de los calzados vendidos en estas plataformas. Estos químicos están vinculados a alteraciones hormonales, y el contacto prolongado puede provocar complicaciones genéticas, endocrinas y dérmicas, según los especialistas.
El término “fast fashion” describe la producción rápida y masiva de ropa barata, diseñada para maximizar el consumo. En Argentina, esta industria representa un 67% del consumo textil nacional solo por canales digitales, según la Fundación Pro Tejer. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero eliminó en mayo de 2024 varias barreras para la importación, lo que permitió que sitios como Shein y Temu distribuyan cerca de 300.000 paquetes mensuales con productos hasta un 70% más baratos.
Pero no todo es precio y variedad: casos como el de Soraya Young, una adolescente británica que sufrió una quemadura en la espalda tras usar una remera de Shein en un viaje a Turquía, alertaron sobre los peligros reales. "La prenda posiblemente haya tenido alguna sustancia química que, al entrar en contacto con el sol y los rayos ultravioletas, le produjo esa reacción", explicó Paula Enz, subjefa de Dermatología del Hospital Italiano. La especialista detalló que estas lesiones pueden ser fototóxicas o fotoalérgicas, reacciones que afectan la piel cuando se combina la sustancia con la exposición solar.
La experiencia de Young no fue aislada: cientos de usuarios en TikTok reportaron irritaciones, hinchazón facial, sarpullidos e incluso conjuntivitis por el uso de ropa de baja calidad adquirida en estas plataformas. Estos síntomas preocupan a dermatólogos y toxicólogos que advierten sobre la falta de regulación en estos productos.
Las advertencias sobre el "fast fashion" en la salud
Desde 2024, la Universidad de Yale investiga los riesgos clínicos del fast fashion y encontró que compuestos como tintes azoicos, formaldehído y metales pesados permanecen en las fibras y pueden absorberse por la piel. Estos elementos están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de piel, vejiga y pulmón, según su estudio “El Impacto en la Salud del Fast Fashion”.
En mayo de 2024, tests realizados por autoridades surcoreanas revelaron que productos infantiles de SHEIN contenían ftalatos en niveles peligrosamente altos, con un par de zapatos que superaba por 428 veces el límite permitido. Estos químicos pueden causar disrupciones hormonales, problemas cardíacos, dificultades en la fertilidad e incluso cáncer, alertaron los expertos.
