El sistema francés que enfría y consume hasta 5 veces menos energía que el aire

Conoce el enfriamiento adiabático, la alternativa eficiente al aire acondicionado tradicional que promete ahorrar energía y cuidar tu salud en el verano.

22 de diciembre, 2025 | 18.03

Con la llegada del verano, el aire acondicionado se convierte en uno de los electrodomésticos más usados en los hogares argentinos. Sin embargo, una tecnología francesa empezó a ganar protagonismo por ofrecer una forma distinta y más eficiente de enfriar los ambientes.

Este sistema de enfriamiento adiabático no utiliza gases refrigerantes ni compresores, los componentes que suelen consumir más energía en los aires acondicionados tradicionales. En cambio, se basa en un principio físico simple: la evaporación del agua absorbe calor del aire, lo que reduce la temperatura del ambiente de manera natural.

Cómo funciona el enfriamiento adiabático

La evaporación del agua es un método que se emplea hace décadas en procesos industriales, y ahora está adaptado para equipos domésticos modernos desarrollados por empresas francesas especializadas en climatización eficiente.

Este tipo de tecnología resulta especialmente eficiente en situaciones donde el aire es seco o tiene humedad moderada, en espacios que van de 20 a 40 metros cuadrados, y durante días de calor intenso. Además, funciona mejor en viviendas bien ventiladas, donde se puede aprovechar al máximo su capacidad de enfriamiento.

Cuanto más alta es la temperatura exterior y más seco el aire, mayor es el efecto refrescante que logra este sistema, que además no genera picos de tensión ni sobrecarga la red eléctrica, algo común en los aires acondicionados convencionales.

Según datos técnicos de fabricantes europeos, el consumo eléctrico de estos equipos puede ser hasta cinco veces menor que el de un aire acondicionado split tradicional, ya que solo utiliza energía para hacer funcionar los ventiladores internos y el control electrónico.

Entre los beneficios que ofrece este sistema, se destaca que no reseca el aire, evitando así molestias típicas del aire acondicionado, como la sequedad en la garganta o en la piel, lo que mejora el confort durante su uso prolongado.

Este sistema usa solo agua y un ventilador para bajar la temperatura.

Los modelos más avanzados cuentan con diferentes modos de funcionamiento para adaptarse a las condiciones climáticas y al uso del ambiente. Por ejemplo, el modo inteligente ajusta automáticamente el enfriamiento según la temperatura y la humedad, el modo eco prioriza el menor consumo posible, y el modo boost maximiza la refrigeración en momentos de calor extremo.

En cuanto al precio, estos equipos tienen un costo aproximado de 2.500 euros en Europa. Aunque la inversión inicial es alta, se amortiza con el ahorro energético que generan, especialmente en hogares donde el aire acondicionado se utiliza muchas horas al día.