Qué son las viudas negras del espacio y por qué se las considera estrellas devoradoras y violentas

En los últimos días el término "viuda negra" comenzó a circular con fuerza, tras el avistamiento del PSR J2322-2650b.

24 de diciembre, 2025 | 20.00

El telescopio James Webb sacudió a la comunidad científica con el nuevo avistamiento a PSR J2322-2650b, un cuerpo celeste cuya identidad se debate entre un planeta o una estrella víctima de una viuda negra espacial. Al parecer, el mismo, que cuenta con forma de limón, un corazón de diamante y una atmósfera gaseosa, habría sido devorado en su pasado.

Sí, devorado. Y es que las viudas negras son un tipo particular de estrella de neutrones extremadamente densa y rápida que forma parte de un sistema doble. Se las llama así porque su comportamiento recuerda al de la araña del mismo nombre: con el paso del tiempo, van “devorando” a su estrella compañera.

Si nos remitimos a los términos estrictamente científicos, se tratan de púlsares que giran cientos de veces por segundo y emiten una radiación muy intensa. Esa energía golpea a la estrella cercana, la calienta, la erosiona y le va quitando masa de manera progresiva. Por eso, coloquialmente se las describe como "devoradoras" y "violentas", ya que no absorben a su compañera de una sola vez, sino que la desgastan lentamente hasta dejarla reducida a una fracción de su tamaño original.

Las viudas negras son un tipo de estrellas devoradoras.

Este fenómeno ocurre a distancias muy cortas, con órbitas tan ajustadas que ambas estrellas están prácticamente “pegadas” a nivel cósmico. La interacción es tan extrema que genera vientos de partículas, radiación y explosiones de energía detectables desde la Tierra mediante radiotelescopios y observatorios espaciales.

Cómo son las viudas negras del espacio

Las viudas negras son objetos pequeños en tamaño, pero extremos en comportamiento. A simple vista no se parecen a una estrella común, ya que concentran una enorme cantidad de masa en un volumen mínimo y se destacan por su actividad constante y violenta.

Son estrellas de neutrones ultracompactas, con un diámetro de apenas unos pocos kilómetros, pero con una densidad tan alta que una sola cucharadita de su materia pesaría miles de millones de toneladas en la Tierra. Giran a una velocidad vertiginosa, completando cientos de rotaciones por segundo, lo que las convierte en algunos de los objetos más rápidos del universo.

Desde sus polos emiten chorros de radiación y partículas que barren el espacio cercano como un faro cósmico. Esa emisión es la que devora a la estrella compañera: la calienta, la deforma y le arranca material de manera sostenida.

Además, poseen campos magnéticos extremadamente intensos, millones de veces más fuertes que cualquier imán terrestre. Esa combinación de rotación, magnetismo y radiación las vuelve devoradoras lentas pero implacables, capaces de reducir a su compañera a un resto cada vez más pequeño y débil.