La ciencia lo hizo de nuevo: por primera vez, la provincia de Corrientes entró al registro fósil de los dinosaurios. Fue gracias al descubrimiento de restos de un titanosaurio, un enorme herbívoro que habitó la región hace millones de años. El material fósil fue encontrado recientemente en sedimentos del período Cretácico, en las localidades de Mercedes y Curuzú Cuatiá. Se trata de un área que había sido poco explorada por paleontólogos.
Este descubrimiento representa un avance muy importante para el conocimiento de la historia del nordeste argentino. Hasta el momento, los fósiles más antiguos registrados en Corrientes correspondían a mamíferos mucho más recientes en el tiempo. Por este motivo, el hallazgo de los restos extiende la historia de los registros en la provincia, hacia millones de años atrás.
A qué dinosaurio corresponden los restos hallados en Corrientes
Los restos fósiles recuperados corresponden a un osteodermo, que es una placa ósea que formaba parte de la piel de algunos saurópodos titanosaurios. Los encontraron durante una campaña científica y fue analizado durante casi dos años por un equipo interdisciplinario, que aplicó técnicas de microtomografía para encontrar referencias con especies del hemisferio sur.
Los titanosaurios fueron protagonistas de los ecosistemas del Cretácico y ocuparon un rol central entre los herbívoros. Su presencia en el actual territorio correntino sugiere que la región contaba entonces con abundante vegetación y condiciones ambientales propicias para la fauna de gran dimensión.
Dónde ubica este registro a la provincia de Corrientes
El registro fósil hallado en Corrientes conecta a la provincia con otras zonas del país y de la región que ya contaban con evidencias de dinosaurios. Además abre nuevas líneas de investigación sobre la evolución de los ecosistemas del norte argentino y refuerza el valor científico del territorio.
Estos hallazgos en la provincia de Corrientes también marcan una diferencia a la hora de remarcar la importancia de proteger las áreas con potencial fósil. Por otra parte estos restos tienen además un impacto educativo y cultural ya que acerca a la comunidad a la historia profunda del paisaje que habita y destaca la importancia de conservar el suelo como una fuente inagotable de información sobre la vida en este planeta.
El primer dinosaurio de Corrientes amplía el conocimiento científico, pero también invita a los correntinos y a todos los argentinos a pensar el desarrollo y la conservación, desde una mirada más consciente de nuestro propio pasado.
