La senadora nacional Patricia Bullrich (La Libertad Avanza) presentó una denuncia ante el Tribunal de Ética de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) contra el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, y el tesorero Pablo Toviggino. En medio de investigaciones judiciales que tienen a ambos en la mira, la exministra de Seguridad piden que se realicen averiguaciones por presuntas violaciones al Código de Ética, posibles maniobras de lavado de activos, conflictos de intereses y falta de transparencia en la administración de recursos.
La presentación, realizada en carácter de tercero con interés legítimo institucional, solicita que la Conmebol investigue a las máximas autoridades del fútbol argentino por hechos que, según la denunciante, comprometen los estándares de integridad y gobernanza exigidos a las asociaciones miembro, más allá de las causas judiciales que ya se tramitan en la Argentina.
En el escrito, Bullrich expuso una serie de hechos que incluyen el presunto uso de sociedades interpuestas para la tenencia de bienes de altísimo valor, contrataciones directas de la AFA a empresas vinculadas al entorno dirigencial, un crecimiento patrimonial considerado incompatible y la existencia de investigaciones judiciales paralelas por lavado de dinero y evasión fiscal. También mencionó observaciones administrativas de la Inspección General de Justicia por balances sin aprobar durante años y denuncias impositivas por montos millonarios.
La defensa de la AFA
Tras conocerse la denuncia, la AFA difundió un extenso comunicado en el que rechazó las acusaciones y defendió la gestión iniciada en 2017. Allí sostuvo que Tapia asumió una institución “devastada”, con deudas, crisis institucional y bajo intervención de la FIFA, y afirmó que la actual conducción logró ordenar las cuentas, prescindir de subsidios estatales y convertir a la Asociación en un organismo superavitario.
El comunicado destacó el funcionamiento del predio Lionel Andrés Messi, la profesionalización del fútbol masculino y femenino, y el pago regular de salarios a una estructura de más de 1.300 trabajadores. Además, encuadró la denuncia en una ofensiva política que —según la AFA— se repite desde distintos gobiernos y que hoy vuelve a expresarse desde sectores del oficialismo nacional.
Bullrich y Toviggino se cruzaron en redes
El conflicto escaló cuando Pablo Toviggino respondió públicamente a Bullrich en redes sociales. En su mensaje, el tesorero de la AFA sostuvo que la Asociación “es una entidad privada y no un organismo del Estado”, que sus fondos “no son públicos” y que sus contrataciones no se rigen por la ley de compras públicas. También defendió el destino de los recursos generados por la Selección campeona del mundo y cuestionó a la senadora con un mensaje irónico: “¿Por qué no se concentra en la corrupción de su propio gobierno, con un café con leche y un tostado?”.
La respuesta de Bullrich fue inmediata y aún más dura. La senadora aclaró que la denuncia “no es contra la AFA, sino contra vos y Tapia”, y afirmó que si a Toviggino le preocupa la presentación ante la Conmebol, “no quiero ni imaginarme cómo estarás con la Justicia argentina destapando tus maniobras de dinero sucio, tus mansiones, autos de lujo y caballos de carrera”.
Además, acusó a la conducción del fútbol argentino de utilizar a la AFA “como herramienta de extorsión a clubes y dirigentes para perpetuarse en el poder” y reclamó que “dejen a la gente que trabaja, a los clubes y a la Selección en el plano deportivo”. En el tramo final de su mensaje, desafió al dirigente a no cerrar los comentarios “porque los argentinos quieren opinar”.
El cruce público expuso con crudeza la dimensión política del conflicto entre el Gobierno y la dirigencia del fútbol argentino. Mientras Bullrich busca que la Conmebol investigue a Tapia y Toviggino por presuntas irregularidades graves, la AFA responde cerrando filas, reivindicando su gestión y denunciando una embestida política contra su autonomía.
