A contramano del mundo: Argentina votó con EE.UU. e Israel en contra de la autodeterminación de Palestina

El gobierno de Javier Milei volvió a exhibir su alineamiento automático con la Casa Blanca y el sionismo en el escenario internacional. 

16 de diciembre, 2025 | 16.24

La política exterior del gobierno libertario marcó un nuevo hito de aislamiento en la diplomacia multilateral. Este lunes, la Asamblea General de las Naciones Unidas trató una resolución clave que reafirma el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino. El resultado fue contundente: la comunidad internacional respaldó la iniciativa de manera abrumadora, pero Argentina decidió pararse en la vereda de enfrente.

El texto cosechó 164 votos a favor, reflejando un consenso global casi absoluto que incluye a las principales potencias europeas y a la totalidad de los vecinos latinoamericanos. Sin embargo, la delegación argentina optó por votar en contra, rompiendo con una tradición histórica de defensa de los derechos humanos y la solución de dos Estados.

Con esta maniobra, la Cancillería argentina ratificó el giro copernicano en su posición frente al conflicto en Medio Oriente, priorizando la alianza ideológica con Washington y Tel Aviv por sobre el interés nacional y el consenso regional.

El voto negativo dejó a la Argentina en un grupo diplomático minúsculo. Los únicos países que rechazaron la iniciativa fueron Israel, Estados Unidos y un puñado de pequeñas naciones insulares del Pacífico que habitualmente acompañan las posiciones norteamericanas, como Micronesia, Nauru y Palau. De esta forma, el gobierno de Milei se alejó de socios estratégicos como Brasil, México y Chile, que votaron afirmativamente, y aisló al país de su entorno geopolítico natural para librar lo que el Presidente denomina una "batalla civilizatoria".

El rechazo argentino a la autodeterminación palestina ocurre en un contexto de devastación total en el terreno. Mientras los diplomáticos libertarios levantan la mano en Nueva York para bloquear derechos, la infraestructura civil en la Franja de Gaza colapsa bajo las bombas. La Defensa Civil del enclave alertó recientemente sobre la situación crítica en el barrio de Sheikh RadwanMahmoud Basal, portavoz del organismo de rescate, advirtió que más del 90% de los edificios de esa zona se encuentran en riesgo inminente de derrumbe tras los incesantes ataques israelíes. Las estructuras sufrieron daños tan severos que ya no son aptas para ser habitadas, dejando a miles de familias sin refugio y expuestas a morir aplastadas bajo los escombros de sus propias casas.

Infancia y verdad bajo fuego

La crisis humanitaria que el Gobierno decide ignorar en la ONU tiene consecuencias letales para los más vulnerables. Un informe reciente de UNICEF confirmó que la mortalidad de recién nacidos aumentó un 75% en los últimos meses debido a la desnutrición severa que sufren las madres gestantes por el bloqueo de alimentos impuesto por Israel.

A este escenario de hambre planificada se suma el intento de silenciar lo que ocurre. Israel no solo bombardea viviendas, sino también a quienes intentan documentarlo: por tercer año consecutivo, el Estado hebreo se ubicó como el país que más periodistas asesinó en el mundo, según el último ranking de Reporteros Sin Fronteras. Pese a estas cifras, Argentina eligió una vez más avalar diplomáticamente el accionar de las fuerzas de ocupación.