Los proyectos de ayuda a Ucrania flaquean al caer la financiación occidental

02 de julio, 2025 | 05.22
Los proyectos de ayuda a Ucrania flaquean al caer la financiación occidental Los proyectos de ayuda a Ucrania flaquean al caer la financiación occidental

Mientras jugaba fuera de casa con un amigo, Nazar, un adolescente ucraniano, resultó gravemente herido cuando un artefacto explosivo estalló bajo sus pies.

A pesar de que su teléfono quedó destrozado por la explosión de lo que al parecer era una munición desechada, llamó a una ambulancia y pasó meses en el hospital, donde fue sometido a múltiples operaciones y los médicos consiguieron salvarle la pierna.

Ahora, en su casa del pubelo oriental de Níkopol, a 130 kilómetros al sur de la ciudad de Járkov y a casi la mitad de esa distancia de la línea del frente de la guerra de Rusia contra Ucrania, el joven adolescente y su madre dependen de la ayuda exterior para pagar sus cuidados.

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"Nos dieron muletas, un andador y también una tableta (...). Pero sobre todo fue ayuda económica", dijo a mediados de mayo Yevhenia Mostova, madre de Nazar, refiriéndose a la ayuda recibida del Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, ese dinero se está agotando después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara en enero una pausa en la ayuda exterior y congelara las operaciones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).

"No sabemos qué hacer ahora", dijo Mostova, de 36 años, a Reuters en Níkopol, un pueblo de casas pequeñas de una sola planta, rodeadas de huertos bien atendidos. El apoyo del IRC fue fundamental también para la recuperación mental de Nazar, dijo, después de que su hijo, traumatizado, pasara semanas sin poder comunicarse.

Ahora le preocupa tener que pagar los analgésicos y las cremas médicas para la pierna de Nazar tras varios injertos de piel.

Grupos como el IRC, que dependían de la financiación estadounidense, se tambalean. Otros donantes importantes, entre ellos Reino Unido, también están reduciendo la ayuda humanitaria mientras buscan ahorros para aumentar el gasto en defensa.

El impacto de estos cambios en Ucrania es especialmente grave. Ucrania fue, con diferencia, el mayor receptor de fondos de la USAID después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala en febrero de 2022.

Según el sitio web de la agencia, ahora desaparecido, ha proporcionado a Ucrania 2.600 millones de dólares en ayuda humanitaria, 5.000 millones de dólares en ayuda al desarrollo y ha pagado 30.000 millones de dólares directamente al presupuesto de Ucrania desde entonces. Casi toda esta ayuda ha cesado.

El apoyo estadounidense se había utilizado para pagar los salarios de los profesores y los trabajadores de emergencia, así como para ayudar a los ucranianos desplazados dentro del país y en el extranjero, desminar el territorio y apoyar a los medios de comunicación locales.

Los recortes coinciden con el bandazo de Trump hacia Rusia en la guerra, que dejó a Ucrania más expuesta que en cualquier otro momento desde los primeros días de la invasión a gran escala.

Reuters habló con ocho grupos no gubernamentales que prestan servicios humanitarios a los ucranianos, desde ayuda médica hasta evacuaciones, mientras la guerra con Rusia entra en su cuarto año.

Detallaron la confusión causada por la abrupta retirada de Washington y los recortes de fondos de otros países.

Dos grupos han despedido a personal, algunos empleados han sufrido recortes salariales, un grupo ha cerrado su oficina de Kiev y otro está reduciendo sus operaciones en toda Ucrania. Todos están recortando significativamente su plantilla a medida que disminuye la financiación.

"La reducción de la ayuda estadounidense (...) ya ha tenido un impacto crítico en nuestra organización", declaró Dmitro Sherembei, cofundador del grupo 100% LIFE, la mayor organización dirigida por pacientes en Ucrania para enfermedades como el sida.

Ucrania es vulnerable, "no solo por las epidemias actuales de VIH, tuberculosis y hepatitis, sino también porque es un país sometido a un ataque militar activo (...). La ayuda económica no solo es vital, sino que es la única forma de salvar vidas", afirmó.

EUROPA NO HA LLENADO EL VACÍO

La Administración de Trump congeló y luego recortó miles de millones de dólares de ayuda exterior después de asumir el cargo el 20 de enero para alinearse con sus medidas de "Estados Unidas Primero".

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió ayuda a los aliados europeos, pero, lejos de dar un paso al frente para llenar el vacío, también han recortado la financiación de la ayuda humanitaria.

Después de que Trump pidiera a Europa que asumiera más carga en la OTAN, los líderes de la alianza respaldaron el gran aumento del gasto en defensa que él había exigido, lo que obliga a los Estados a buscar ahorros en otras áreas, como la ayuda exterior.

Reino Unido planea recortar su presupuesto de ayuda al 0,3% del producto nacional bruto desde el 0,5% para 2027. Alemania, otro de los mayores donantes de ayuda humanitaria a Ucrania, recortará su presupuesto global de ayuda casi un 10% este año.

"Las ONG compiten por las mismas pequeñas cantidades de dinero disponibles en Ucrania", afirmó Alain Homsy, director del IRC en Kiev.

Dados la extensión de las líneas de frente, que superan los 1.000 kilómetros, y los millones de ucranianos que viven bajo la amenaza diaria del fuego de drones, misiles y artillería rusos, las necesidades son enormes.

La financiación estadounidense cubrió alrededor del 30% de los planes coordinados de financiación humanitaria en Ucrania en 2022, 2023 y 2024, según ACAPS, un proyecto independiente que analiza la actividad humanitaria mundial.

A finales de 2024, había 39 programas activos de USAID en Ucrania, con un presupuesto total de 4.280 millones de dólares. Apenas tres meses más tarde, a finales de marzo de 2025, solo quedaban activos unos 1.270 millones de dólares, según ACAPS.

Del mismo modo, la ayuda procedente de Europa está disminuyendo, de 6.200 millones de euros (7.300 millones de dólares) en 2022 a 4.100 millones de euros en 2023 y unos 3.000 millones el año pasado, según Taro Nishikawa, jefe de proyecto del Ukraine Support Tracker del grupo de expertos Kiel Institute.

(Información adicional de Olena Harmash en Kiev y Thomas Escritt en Berlín; edición de Mike Collett-White y Ros Russell; edición en español de Jorge Ollero Castela)