La lucha contra el cambio climático y la necesidad de avanzar hacia modelos productivos más sustentables está abriendo un nuevo horizonte de oportunidades económicas. En este contexto, la provincia de Formosa empieza a ganar protagonismo en el mercado voluntario de carbono gracias al proyecto forestal de Unitán, que ya cotiza créditos por captura de dióxido de carbono (CO2) en la Bolsa Argentina de Carbono (BACX), una plataforma lanzada esta semana con motivo del Día Mundial del Ambiente.
Reducir la huella de carbono no solo es un imperativo ambiental: se convirtió también en un requisito estratégico para las empresas que buscan acceder a mercados internacionales cada vez más exigentes en términos de sustentabilidad. La flamante BACX, que permite el trading digital de bonos de carbono certificados bajo estándares globales, busca canalizar inversiones verdes y proyecta para la Argentina una potencial fuente de divisas “equiparable a otra Vaca Muerta”, según expresó su CEO, Alejandro Guerrero.
Uno de los primeros proyectos incluidos en esta plataforma es el de la firma Unitán, cuyas operaciones de forestación en las provincias de Chaco y Formosa apuntan a capturar 500.000 toneladas de CO2. Este modelo, basado en soluciones naturales, se alinea con los estándares más altos del mercado global de carbono y representa una oportunidad concreta para convertir la riqueza forestal formoseña en un activo económico de alto valor agregado.
La experiencia formoseña cobra aún más relevancia en un contexto en el que los créditos derivados de reforestación o conservación de bosques nativos pueden cotizar entre 20 y 30 dólares por tonelada de CO2 capturada, muy por encima de otros sectores como residuos o eficiencia energética. Esto convierte a Formosa en un actor clave dentro del nuevo mercado verde, con potencial para atraer inversiones, generar empleo calificado y posicionarse como líder en políticas ambientales aplicadas al desarrollo económico.
Según el Movimiento Cívico y Social Avaaz, el mercado argentino de bonos de carbono podría monetizar más de 20.000 millones de dólares al año. Sin embargo, para alcanzar ese potencial es necesario demostrar impacto real y trazabilidad. La BACX, que garantiza operaciones verificadas, trazables y con estándares internacionales, busca disipar las dudas generadas por experiencias pasadas ligadas al greenwashing o proyectos “fantasma”.
La incorporación de Formosa en esta plataforma, a través de un actor como Unitán, no solo impulsa la actividad forestal local bajo una lógica sustentable, sino que puede posicionar a la provincia como un modelo de economía verde en la región. Con sus extensos recursos naturales, la provincia podría avanzar hacia un esquema en el que la conservación del bosque nativo no sea solo una política ambiental, sino también una estrategia de generación de divisas y empleo en armonía con el entorno.
A medida que se consolidan estos mecanismos financieros, el acceso a los mercados internacionales dependerá cada vez más de certificaciones ambientales. “Dentro de poco no se podrá exportar a la Unión Europea sin certificado de sustentabilidad”, advirtió Guerrero.
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