La inflación de alimentos volvió a acelerarse en la cuarta semana de diciembre, con un aumento de 0,6% pero el promedio mensual sigue desacelerando, según el último relevamiento de la consultora lcg. La suba de la cuarta semana revierte la baja del 0,3% observada en la semana previa. El dato confirma que, pese a la desaceleración en el promedio mensual, las presiones inflacionarias siguen presentes en los productos esenciales, especialmente en aquellos de mayor peso en la canasta básica.
Según el relevamiento semanal de la consultora, el comportamiento de los precios mostró una dinámica dispar entre categorías, con un fuerte protagonismo del rubro carnes, que volvió a traccionar al alza el índice general. De tal manera, el promedio de las últimas cuatro semanas marca una inflación mensual de 2,3%, lo que implica una desaceleración de 0,5 puntos porcentuales respecto del período anterior.
El dato “punta a punta” —que mide la variación acumulada entre el inicio y el final del período— ascendió a 1,6%, luego de haber tocado un mínimo del 1% mensual la semana pasada. La combinación de estos indicadores refleja un escenario de inflación contenida en promedio, pero todavía sensible a aumentos puntuales.
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Cuarta semana: qué rubros impulsaron los precios
- Carnes: 1,4%
- Aceites: 1%
- Azúcar, miel y cacao: 0,6%
- Frutas: 0,6%
El informe señala que el aumento de la carne casi tres veces superior al promedio mensual explica el 81% de la inflación promedio de las últimas cuatro semanas. En sentido contrario, verduras y lácteos restaron 0,2 puntos porcentuales a la variación general, funcionando como un ancla parcial de los precios.
Por su parte, el índice de difusión: en la cuarta semana, el 12% de los productos relevados presentó aumentos de precios, lo que indica que la suba no fue generalizada, pero sí concentrada en determinados bienes estratégicos.
El acumulado: carnes otra vez al frente
Si se observa el comportamiento de precios en el acumulado de las últimas cuatro semanas, vuelve a aparecer una fuerte heterogeneidad entre categorías:
- Carnes: 6%
- Frutas: 3,5%
- Azúcar, miel y cacao: 2,5%
Estos números explican buena parte de la tensión inflacionaria de diciembre. En particular, el aumento en carnes tiene un impacto directo sobre el consumo popular, no solo por su peso en la canasta, sino también por su efecto arrastre sobre otros alimentos y comidas elaboradas.
Lo que venía de la semana previa
El repunte de la cuarta semana llega después de un dato ya elevado en la tercera semana de diciembre, cuando los alimentos y bebidas habían mostrado un aumento del 0,6% semanal, según la consultora Eco Go. En ese momento, el informe advertía que la inflación mensual se encaminaba a un cierre cercano al 2,5%, impulsada por la demanda estacional de fin de año.
En la tercera semana, las carnes habían subido 1,5%, con un fuerte incremento en la carne vacuna, mientras que las frutas mostraron un alza del 1,2%. En contraste, las verduras apenas avanzaron 0,2% y algunos lácteos incluso registraron caídas, anticipando la moderación parcial que se observa en el promedio mensual actual.
El balance de la cuarta semana confirma un patrón que se repite: la inflación promedio desacelera, pero los alimentos siguen siendo el principal foco de tensión. La estacionalidad de diciembre, sumada a aumentos concentrados en rubros sensibles como carnes, impide una baja más marcada del índice.
