El Presupuesto 2026 fue aprobado con 132 votos a favor, 97 en contra y 19 abstenciones en la cámara de Diputados y trae consigo importantes definiciones que afectan a los jubilados de ANSES. En los anexos se observan recortes en la cantidad de beneficiarios y cómo serán los aumentos para el año próximo. El proyecto se trata este viernes en el Senado de la Nación, donde busca la sanción definitiva.
Distintos sectores y la oposición alertaron sobre una redefinición silenciosa del sistema de protección social, que impacta directamente en jubilados, pensionados y beneficiarios de prestaciones no contributivas. Este ajuste no se anunció de forma pública, sino que quedó plasmado en la letra chica del Presupuesto.
Qué va a pasar con las jubilaciones de ANSES en 2026, según el Presupuesto
El proyecto, aprobado por la Cámara Baja e impulsado por La Libertad Avanza, propone mantener el esquema de actualización vigente bajo el Decreto 274/24, que ajusta las jubilaciones y pensiones de forma mensual según la inflación medida por el IPC del INDEC, sin incrementos adicionales. Bajo este esquema, la jubilación mínima en enero de 2026 superará los $349.000, y podría acercarse o superar los $419.000 si se mantiene el bono extraordinario de $70.000 para quienes tienen ingresos más bajos.
La oposición encarnada en Unión por la Patria planteaba un aumento excepcional del 7,2% para todas las jubilaciones y pensiones administradas por ANSES, exceptuando regímenes especiales. Esta iniciativa, que tuvo media sanción en Diputados en junio de 2025, proponía elevar el bono extraordinario a $110.000 y actualizarlo mensualmente según la inflación. Además, incluía la restitución por dos años de la moratoria previsional para regularizar aportes y ampliaba la cobertura previsional con ajustes estructurales.
Chau PNC de ANSES: el importante cambio que se viene
Uno de los puntos más alarmantes es la caída proyectada en las Pensiones No Contributivas (PNC) por Invalidez Laborativa. Para 2025, el número estimado de beneficiarios era de 1.133.549, pero para 2026 se proyecta una baja a 977.943, lo que representa una reducción del 13,7% (155.606 personas menos). Estas pensiones están destinadas a quienes no pueden trabajar por razones de salud y no dependen de aportes previos, sino de evaluaciones socioeconómicas y médicas.
Desde el Ejecutivo señalaron que se está revisando el universo de pensiones otorgadas en años anteriores para detectar incompatibilidades o irregularidades, buscando ajustar el sistema. Sin embargo, el impacto concreto será que más de 155 mil personas podrían perder un ingreso que, en muchos casos, es su único sustento.
En el conjunto del sistema previsional, que incluye jubilaciones, pensiones y otros regímenes, la proyección también muestra una leve disminución. Para 2025 se estimaba un promedio anual de 7.520.637 beneficiarios, que para 2026 baja a 7.501.700, una caída del 0,25%. Aunque menor en porcentaje, representa un dato relevante porque históricamente el sistema crecía año tras año por el envejecimiento de la población.
Este escenario confirma que el sistema previsional comienza a achicarse, y el debate sobre su sostenibilidad vuelve a aparecer con otro enfoque: ya no se trata de ampliar la cobertura, sino de administrar menos beneficiarios. En cuanto al aumento, ocurre lo mismo que para jubilaciones: será de manera mensual, según la evolución de la inflación que informe el INDEC.
Milei mete mano en la AUH para 2026
Además, la Asignación Universal por Hijo (AUH) también muestra una baja en la cantidad de beneficiarios proyectados. Para 2025, el promedio estimado era de 4.113.370 niños y adolescentes cubiertos, mientras que para 2026 la cifra bajaría a 4.096.069, una reducción del 0,42% (17.301 beneficiarios menos).
El Gobierno sostiene que la AUH sigue siendo una política prioritaria y que la disminución responde a cambios demográficos y a la incorporación de beneficiarios al empleo formal, sin anuncios de recortes ni modificaciones. Sin embargo, la oposición critica que esta baja coincide con un contexto de aumento de la pobreza infantil y deterioro del ingreso real, alertando que cualquier reducción en la cobertura afecta directamente el consumo y las condiciones de vida de millones de hogares.
