La radio pública argentina atraviesa horas de profunda tristeza tras la confirmación del fallecimiento de una de sus voces más emblemáticas. Con una trayectoria extensa, premios y décadas al aire, la noticia generó una inmediata ola de mensajes de despedida entre colegas, oyentes y trabajadores del medio, que destacaron su profesionalismo y su amor incondicional por la radio.
La emisora fue la encargada de comunicar la pérdida a través de sus redes oficiales. “Con profundo dolor, informamos el fallecimiento de una histórica locutora de la casa, ganadora del premio Martín Fierro y símbolo de la radiofonía argentina”, expresaron, junto a un mensaje de acompañamiento a sus seres queridos en este momento tan difícil.
Luto en Radio Nacional
Alicia Cuniberti, histórica locutora de Radio Nacional, falleció a los 65 años. Su voz fue parte del ADN de la emisora y acompañó durante años a miles de oyentes en distintos ciclos y etapas de la radio pública.
Junto al comunicado, Radio Nacional compartió una grabación muy especial que la propia Cuniberti había realizado para una promoción institucional, en la que explicaba cómo nació su vocación por la locución. “Nací un día miércoles, regido por Mercurio, Dios de la comunicación. Un 3 de febrero, día de San Blas, protector de la garganta. Más tarde me enteraría que también es el protector de los locutores. Lo mío evidentemente no fue mandato, fue pura vocación”, decía, en un audio que hoy emociona aún más.
A lo largo de su carrera, Cuniberti fue una presencia clave en la radiofonía argentina. En Radio Nacional acompañó durante muchos años a figuras como Héctor Larrea y el Negro Álvarez, y también dejó su huella en Radio Del Plata. En 1997 obtuvo su primer premio Martín Fierro por su labor junto a Fernando Bravo, reconocimiento que coronó una trayectoria construida con constancia y pasión.
“Puedo vivir con esto y para esto”, decía Alicia en aquella locución que hoy quedó grabada para siempre en la memoria de la radio. Su voz, su calidez y su compromiso con el oficio seguirán resonando en cada oyente que alguna vez la escuchó del otro lado del dial.
