El mapa sanitario global volvió a encender una alarma conocida, pero renovada: una “súper gripe” golpea a Europa, Norteamérica y partes de Asia con una fuerza inesperada. Es la variante H3N2 K, una mutación del virus de la influenza A que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se adelantó entre tres y seis semanas respecto de lo habitual, lo que forzó a hospitales de Francia, Reino Unido, Alemania, Japón y Estados Unidos a activar protocolos de emergencia.
A diferencia de otros brotes gripales recientes, esta ola llega en plena circulación simultánea del virus sincicial respiratorio (VRS) y el SARS-CoV-2, lo que genera un escenario de diagnósticos múltiples y guardias saturadas. En España, la incidencia es diez veces mayor que hace un año. Algunos centros de salud europeos incluso retomaron el uso obligatorio de barbijo, lo que evoca imágenes cercanas a la primera etapa de la pandemia.
Qué es la variante K de H3N2 y por qué se propaga tan rápido
La variante K presenta mutaciones que permiten evadir parcialmente la inmunidad generada por infecciones previas o vacunación. Según la médica del NHS Nisa Aslam, citada por The Telegraph, esta característica favorece una circulación acelerada e intensa.
El investigador Ed Hutchinson explica que el H3N2 es menos frecuente que otros subtipos gripales, lo que implica una baja inmunidad poblacional. La patóloga pediátrica argentina Marta Cohen, desde Reino Unido, fue aún más contundente: la variante K es “mucho más contagiosa” y ya elevó los casos en un 56% respecto del año pasado, con 2.000 internados y una proyección de hasta 8.000 en los próximos días.
La vacuna de esta temporada mantiene protección contra evoluciones severas, pero no previene con tanta eficacia el contagio, una combinación que multiplica los casos y tensiona sistemas sanitarios enteros.
Síntomas clave de la gripe K: cómo identificarla
Los síntomas más frecuentes asociados a la variante K incluyen:
- Fiebre alta y súbita.
- Dolores musculares intensos.
- Tos seca.
- Fatiga extrema.
- Molestias gastrointestinales (diarrea o dolor abdominal).
El cansancio y el dolor muscular marcan especialmente esta ola, según especialistas británicos. Los grupos de mayor riesgo son:
- Adultos mayores.
- Menores de cinco años.
- Personas inmunodeprimidas.
- Mujeres embarazadas.
La gripe K puede confundirse con COVID-19, por lo que los especialistas recomiendan diagnósticos combinados para acelerar tratamientos y evitar errores clínicos.
Hospitales al límite y medidas de emergencia en Europa
Reino Unido espera hasta 8.000 hospitalizaciones por gripe en una semana, un número no visto desde 2010. Alemania, Italia y Canadá reforzaron guardias, mientras que varias salas en España retomaron el uso obligatorio de mascarilla ante la saturación creciente.
En escuelas británicas dictaron medidas especiales: ventilación permanente, higiene reforzada y recomendaciones de barbijo. Algunas limitaron la asistencia presencial en los cursos con mayor contagio.
La advertencia general: si el ritmo de expansión continúa, los sistemas sanitarios podrían entrar en una zona crítica.
Prevención, vacunación y tratamiento: qué recomiendan los expertos
La vacunación sigue siendo la estrategia central. Si bien la inmunización de este año no coincide plenamente con las mutaciones, ofrece hasta 65% de protección frente a formas graves, según Cohen.
Medidas recomendadas:
- Lavado frecuente de manos.
- Ventilación cruzada en espacios cerrados.
- Uso de barbijo ante síntomas.
- Evitar reuniones en lugares poco ventilados.
- No automedicarse.
- Descansar y permanecer en casa hasta la recuperación.
- Priorizar teletrabajo cuando sea posible.
El tratamiento continúa los lineamientos conocidos: reposo, hidratación, analgésicos para aliviar síntomas y antivirales para personas con factores de riesgo.
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Qué esperar en Argentina y el resto del hemisferio sur
La proyección inquieta: la variante K llegaría al hemisferio sur durante el otoño, según Cohen. Por eso, recomienda planificar la vacunación para marzo y, para quienes viajen a Europa, inmunizarse al menos dos semanas antes del viaje.
