En un estudio reciente, llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de California, se identificó un novedoso mecanismo que permite que el sistema inmunológico pueda regular la pérdida de grasa bajo condiciones de estrés metabólico. Esta condición se puede conseguir mediante el ayuno y el frío. El hallazgo podría representar un nuevo modo terapéutico para la obesidad.
La investigación realizada por la universidad estadounidense se centró en el tejido adiposo blanco, el cual es la grasa corporal que almacena el excedente de energía para cuando el cuerpo la necesita. Este tejido cumple un rol fundamental en el equilibrio energético, liberando energía en los momentos de mayor demanda.
Si bien el sistema inmunológico se asocia solo con la defensa frente a infecciones, lo cierto es que esta investigación revela que sus funciones no se detienen solo ahí. De esta manera, se comprobó que los neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco, actúan sobre la grasa corporal para proteger las reservas energéticas que posee el organismo.
Los estudios de esta universidad del oeste de Estados Unidos indican que ante estímulos como la activación del sistema nervioso simpático, se genera una rápida infiltración de neutrófilos en el tejido adiposo visceral, el cual rodea a los órganos vitales del cuerpo humano.
Para corroborar el funcionamiento de este mecanismo, los científicos eliminaron los neutrófilos o bloquearon la producción de IL-1β, una molécula señalizadora que ordena suprimir la lipólisis. Los investigadores descubrieron que, ante la estimulación continua del sistema nervioso simpático, la masa grasa se reducía notablemente y la lipólisis se intensificaba. Al evitar el "freno" que aporta el sistema inmunológico, el cuerpo gasta sus reservas con mayor rapidez, influyendo de esta manera en la pérdida de grasa.
La posibilidad de utilizar esta técnica en personas
Para corroborar que este mecanismo también ocurriera en humanos, los investigadores analizaron datos genéticos y verificaron que en las personas con cierto nivel de obesidad, los genes implicados en esta vía inmunometabólica exhiben una mayor actividad.
En ese orden, se entiende que la interacción entre el sistema inmunológico y el tejido adiposo esta vinculada con la fisiología de la obesidad y otros trastornos relacionados.
Por su parte, el equipo de la Universidad de California sostuvo: "El sistema inmunológico es crucial no solo para combatir infecciones, sino también para mantener el equilibrio energético". En relación con lo anterior, los científicos agregaron: "Estos hallazgos revelan una asociación fisiológica inesperada entre las células grasas y las células inmunitarias".
Por último, los especialistas aseguraron que los diálogos internos abren un nuevo campo de investigación médica, el cual podría ser muy beneficioso para la humanidad.
