Existen 3 hábitos que te pueden ayudar significativamente a combatir la angustia y la depresión, según expertos. Más allá de lo crucial que es pedir ayuda profesional en muchos casos, además de buscar contención en familiares, amigos y expresar lo que te está sucediendo en caso de que estés atravesando un momento de mucha angustia, estos hábitos diarios comprobados por expertos te pueden ayudar a alivianar el malestar emocional.
"Tu salud mental y emocional no están separadas de tu salud física: son partes interconectadas de un mismo sistema”, dice Dana Mahina, coach de liderazgo y autora bestseller, en diálogo con Real Simple. Y destaca la importancia de crear "rituales de bienestar interior”, a los que define como "esas prácticas intencionales que nutren tu mente, espíritu y bienestar emocional”. “Sin ellos, solo estamos manejando síntomas en lugar de abordar la raíz de lo que significa vivir plenamente”, sostiene.
Los 3 hábitos que te ayudan a reducir la angustia y la depresión, según expertos
1. Microalegrías intencionales
La alegría se puede encontrar en las pequeñas cosas y en los momentos más casuales. "Se trata de buscar intencionalmente pequeños momentos de deleite a lo largo del día: la taza de café perfecta, un mensaje de un amigo, la luz del sol entrando por la ventana”, dice Mahina. “Esto reprograma tu cerebro para notar los momentos positivos en lugar de escanear constantemente en busca de estrés”. Para esto, es importante intentar estar presente y tranquilo, observando, sintiendo y disfrutando cada pequeño momento que vivís, por más insignificante que parezca.
2. Gratitud
“En lugar de simplemente enumerar por qué estás agradecido, reconocé los límites que hicieron posibles esas cosas buenas”, sugiere Mahina, y asegura que "esto refuerza que decir ‘no’ a algo crea espacio para lo que más importa”. Por ejemplo, antes de irte a dormir, cerrá los ojos e intentá pensar en todas las cosas por las que estás agradecido. De hecho, está científicamente comprobado que agradecer tiene enormes efectos positivos para la salud física y mental. Pensá en todo lo que tenés y que seguramente naturalizás: tu familia, tus amigos, tu pareja, tus mascotas, tu trabajo, algún logro que hayas hecho o lo que se te ocurra. Seguramente tengas muchas cosas.
3. Pausas de presencia
En esta sociedad moderna, especialmente en la ciudad, frenar puede parecer imposible. Vivimos corriendo hacia el trabajo, hacia nuestros lugares de estudio, y nos perdemos de frenar para recargar energías físicas y mentales. "Tres veces al día, tomá 30 segundos para simplemente notar dónde estás y cómo te sentís sin intentar cambiar nada. No es meditación—es solo conciencia consciente”, sugiere la experta. Podés tomarte estos minutos mientras viajás en el transporte público, cuando te das una ducha en tu casa o en alguna pausa en el trabajo. La idea es que vuelvas a vos y te sientas en el presente. Otras buenas formas de lograr esto son a través de la actividad física, de bailar, de salir a caminar, de estar en contacto con la naturaleza o de pasar tiempo con algún ser querido.
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