El ex empresario agotado que creó el método que hoy salva negocios: la historia de René Guerrero

El emprendedor y formador René Guerrero está transformando la manera en que miles de empresarios manejan sus compañías en América Latina. Con un método que combina bienestar, salud y profesionalización, propone un modelo donde la empresa deja de depender del dueño y comienza a operar de forma autónoma. 

25 de noviembre, 2025 | 18.15

El emprendedor y formador René Guerrero está transformando la manera en que miles de empresarios manejan sus compañías en América Latina. Con un método que combina bienestar, salud y profesionalización, propone un modelo donde la empresa deja de depender del dueño y comienza a operar de forma autónoma. Su enfoque ya genera impacto en negocios que buscan crecer sin sacrificar calidad de vida ni estabilidad.

En América Latina, siete de cada diez empresarios aseguran que su salud y su vida personal se ven afectadas por el ritmo frenético de sus negocios. En ese escenario aparece René Guerrero, un formador que se volvió referencia regional con una idea tan simple como disruptiva: para construir empresas sanas, primero hay que tener empresarios sanos. Su propuesta ya modificó la forma en que cientos de dueños organizan, delegan y dirigen sus compañías.

Guerrero conoce ese desgaste desde adentro. A lo largo de su trayectoria, vivió la trampa del “dueño indispensable”, ese que sostiene su empresa a fuerza de horas extra, estrés y presencia permanente. Ese quiebre personal lo llevó a diseñar un método que mezcla bienestar, gestión estratégica y profesionalización, con un objetivo directo: reconstruir empresas que funcionen sin depender del sacrificio del fundador.

Su método se volvió una guía para quienes ven que sus compañías crecen, pero sus vidas se achican. En un continente donde miles de emprendedores trabajan más de lo que viven, Guerrero propone otra lógica: sistemas que ordenan, equipos que ejecutan y líderes que recuperan tiempo, salud y claridad.

El método que une bienestar, ciencia y empresas

Guerrero sostiene que no hay empresa sostenible si el dueño está en crisis. Su modelo integra hábitos saludables, claridad mental, liderazgo consciente y diseño de procesos. No busca que el empresario produzca más, sino que produzca mejor.

El caso de Jesús, un empresario mexicano en Tucson, es una muestra clara. Su negocio facturaba bien, pero su vida personal estaba colapsada. Tras aplicar la metodología, delegó funciones, sistematizó la operación y dejó de trabajar “en la empresa” para empezar a trabajar “sobre la empresa”. El cambio fue tan profundo que no solo mejoraron los números: mejoró su salud y su forma de ejercer el liderazgo.

Guerrero también cuestiona la cultura empresarial que glorifica el agotamiento como mérito. Para él, esa es la raíz de negocios inestables que dependen del dueño para sobrevivir.

Un movimiento regional con impacto real

Hoy reúne a empresarios de distintos países que encuentran en su método una salida concreta a un problema que jamás se aborda en la educación tradicional. Su visión va más allá de mejorar ingresos: busca transformar vidas.

El siguiente paso es ambicioso: un club internacional de líderes empresariales y una futura “Universidad del Empresario”, donde se enseñe lo que nadie enseña, pero todos necesitan. Su foco está en formar dueños que puedan dirigir empresas fuertes sin pagar el precio de su salud física o mental.

Para Guerrero, un empresario que vive mejor también construye mejores decisiones, mejores equipos y mejores comunidades. Su mensaje es claro: la libertad empresarial no es cuestión de suerte, es cuestión de estructura.

En una región donde la mayoría de los empresarios vive agotada, su propuesta es un golpe de realidad y una invitación a cambiar. Su método no solo ordena empresas: devuelve vida.