La policía española desmanteló una red delictiva acusada de traer irregularmente a cientos de inmigrantes extranjeros para trabajar en explotaciones agrícolas del este de España en condiciones que el ministerio del Interior calificó de inhumanas y esclavistas.
Los agentes han detenido a 11 personas e identificado a más de 300 víctimas potenciales, muchas de ellas procedentes de Nepal, informó la policía en un comunicado. Habían entrado en el espacio Schengen con visados de turista antes de ser llevadas a zonas rurales de provincias como Alicante, Valencia y Zaragoza.
La policía también se incautó de dinero en efectivo, documentos falsos y teléfonos en redadas realizadas en la provincia de Albacete, al sureste del país.
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Según la policía, los inmigrantes se hacinaban en habitaciones mal ventiladas, dormían en el suelo y pagaban cuotas excesivas por el alquiler, el transporte e incluso la comida.
Algunos trabajaban hasta 12 horas al día y, en muchos casos, no recibían salario alguno, condiciones que los grupos de defensa de los derechos suelen calificar de trabajo forzoso.
"En muchos casos, las víctimas trabajaban para la organización criminal durante meses sin percibir ningún tipo de prestación económica, únicamente retribuyendo su trabajo con una alimentación muy básica", dijo el comunicado.
Al menos un nepalí murió en uno de los varios accidentes en los que se vieron implicadas furgonetas utilizadas para transportar a los migrantes a pesar de carecer de normas básicas de seguridad, según la policía.
Con información de Reuters
