En Argentina, el pago de las vacaciones está regulado por la Ley de Contrato de Trabajo Nº 20.744, que establece de manera precisa cómo debe calcularse y abonarse la remuneración durante el período de descanso anual de los trabajadores en relación de dependencia.
La normativa dispone que las vacaciones no implican una pérdida de ingresos: por el contrario, deben pagarse como una suma específica, diferenciada del salario habitual, y abonarse antes del inicio del período de descanso. El objetivo es garantizar que el trabajador cuente con el dinero correspondiente al receso en forma anticipada.
Para quienes perciben un sueldo mensual fijo, el cálculo se realiza dividiendo la remuneración vigente al momento de iniciar las vacaciones por 25, y multiplicando ese resultado por la cantidad de días de descanso que correspondan según la antigüedad. Este mecanismo busca equiparar el ingreso del trabajador durante el receso con el nivel salarial habitual.
En el caso de trabajadores jornalizados, por hora o con ingresos variables, la ley establece criterios específicos. Si el salario se paga por día u hora, el trabajador debe percibir por cada jornada de vacaciones el importe que habría cobrado en un día normal de trabajo. Para quienes cobran comisiones, porcentajes o pagos a destajo, el monto surge del promedio de lo percibido en el último año o, a elección del trabajador, de los últimos seis meses.
La remuneración vacacional debe incluir todos los conceptos habituales, como antigüedad, horas extra, adicionales y remuneraciones extraordinarias que se perciban de manera regular. La ley prohíbe que el empleador reemplace las vacaciones por una compensación en dinero, salvo en caso de finalización del vínculo laboral sin que el descanso haya sido gozado.
Además, el recibo de sueldo debe reflejar de forma clara y discriminada el monto correspondiente a las vacaciones, permitiendo al trabajador verificar el cálculo y el pago correcto del beneficio. De este modo, la legislación laboral argentina asegura que el descanso anual sea efectivo y económicamente protegido, preservando el ingreso del trabajador durante el período de vacaciones.
Qué cambia de las vacaciones con la reforma laboral
El proyecto de reforma laboral introduce cambios en la Ley de Contrato de Trabajo vinculados al régimen de vacaciones. Entre las principales modificaciones, se habilita la posibilidad de fraccionar el descanso anual, siempre que cada tramo no sea inferior a siete días corridos, una opción que no estaba contemplada de manera general en la normativa vigente.
Al mismo tiempo, la iniciativa mantiene la obligación para las empresas con esquemas de vacaciones rotativas de garantizar que cada trabajador acceda, al menos una vez cada tres años, a un período de descanso durante la temporada de verano. De este modo, se preserva un criterio tradicional del régimen vacacional, aun con la introducción de mayor flexibilidad en su otorgamiento.
