Boca Juniors retomó los entrenamientos después de la eliminación ante Racing en las semifinales del Torneo Clausura 2025 del fútbol argentino y la incógnita se encuentra en relación al futuro de Claudio Úbeda. Su continuidad, que hace semanas parecía encaminada, quedó en pausa y ahora Juan Román Riquelme debe definir si el DT es el indicado para encarar un 2026 que tendrá a la Copa Libertadores por delante.
La caída ante el conjunto de Gustavo Costas no sólo dejó un sabor amargo en Boca, sino que reactivó todas las dudas sobre el "Sifón" y que estuvieron escondidas durante algunas semanas solo por los buenos resultados. En ese contexto, el plantel regresó al predio con trabajos regenerativos y, una vez finalizado, quedará licenciado hasta comienzos del próximo año. Pero desde temprano quedó claro que la pelota no era el único tema del día, porque el futuro del entrenador pasó a dominar cada conversación en el club.
El golpe ante Racing fue más profundo por el contexto. El elenco azul y oro venía de una seguidilla de seis victorias consecutivas que había devuelto cierta calma tras un arranque irregular, y que incluso había instalado la idea de que el primer asistente de Miguel Ángel Russo continuaría automáticamente en 2026. La clasificación a la Copa Libertadores también sumó peso a su favor. Sin embargo, en Boca los cierres importan y transforman, y las decisiones de Úbeda en la semifinal modificaron el escenario.
El partido que cambió todo para Úbeda y lo que viene en Boca
La derrota del apsado domingo no fue un quiebre solo desde el resultado, sino desde la forma. Las determinaciones tácticas de Úbeda, como sacar a Exequiel "Changuito" Zeballos y no mover más el banco en la zona ofensiva cuando el partido estaba 0-1, generaron desconcierto y volvieron a despertar dudas sobre si el DT es el más capacitado para este momento del club.
En Boca, donde las exigencias son permanentes y los silencios pesan, una eliminación en estas instancias puede redefinir procesos enteros. Y esta vez no fue la excepción. Incluso, si se tiene en cuenta que el 2025 comenzó con el fuerte golpe de no poder ingresar a la fase de grupos de Copa Libertadores, todo se magnifica.
Riquelme, que respaldó a Úbeda como nadie en un momento difícil tras el fallecimiento de Russo, tendrá un rol decisivo de aquí a fin de año. No sólo como presidente del club, sino como el dirigente que moldeó la estructura futbolística actual. Su análisis sobre Úbeda será determinante para saber si el entrenador sigue en 2026 o si Boca inicia un nuevo ciclo antes de la pretemporada.
El máximo ídolo de la institución siempre valoró la estabilidad y el orden defensivo que logró el técnico, además de los resultados que permitieron recomponer un inicio turbulento. Pero también fue claro en un concepto: el próximo año no admite transiciones. Boca necesita competir desde el primer día, sobre todo con la Libertadores como objetivo prioritario. Por eso, la reunión programada entre ambos será mucho más que un balance de temporada: será una definición del rumbo que buscará tener Boca de cara a un año con triple competencia. En conclusión, no se sabe qué pasará con el DT todavía.
