Fue creada hace más de 100 años y tiene 25 capas de dulce de leche: cómo hacer la torta "más argentina" en simples pasos

Esta receta es perfecta para los amantes de lo dulce. Y aunque muchas veces fue catalogada de "complicada", la receta se puede adaptar tranquilamente a las diferentes habilidades culinarias.

15 de diciembre, 2025 | 13.44

Hay recetas que no solo se comen: también cuentan una historia. La torta argentina es una de ellas. Con sus finísimas capas y una presencia protagónica del dulce de leche, este clásico de la pastelería nacional se convirtió, con el paso del tiempo, en un símbolo gastronómico que atraviesa generaciones, celebraciones y recuerdos familiares.

Su origen se remonta a comienzos del siglo XX, cuando la pastelería porteña empezaba a consolidar una identidad propia, influenciada por recetas europeas pero adaptadas al gusto local. En ese cruce cultural nació esta torta elegante, paciente y laboriosa, pensada para ocasiones especiales y mesas largas. Lo que la distingue no es solo su sabor, sino su estructura: alrededor de 25 capas finísimas, intercaladas con dulce de leche, que dan como resultado un equilibrio perfecto entre suavidad y dulzor.

Durante décadas, la torta argentina fue una rareza reservada para confiterías tradicionales o manos expertas. Sin embargo, con el tiempo se volvió más accesible y hoy puede prepararse en casa, siempre que se tenga paciencia y ganas de respetar el proceso.

Cómo hacer la torta argentina en casa

Ingredientes

  • 500 g de dulce de leche repostero

  • 6 huevos

  • 150 g de azúcar

  • 150 g de harina 0000

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • Manteca y harina para el molde

Paso a paso

  1. Batir los huevos con el azúcar hasta lograr una mezcla clara y espumosa. Agregar la vainilla.
  2. Incorporar la harina tamizada con movimientos envolventes.
  3. Enmantecar una placa grande y extender una capa muy fina de masa.
  4. Hornear a temperatura media durante pocos minutos, hasta que apenas esté cocida y sin dorar.
  5. Repetir el proceso hasta obtener varios discos finos.
  6. Armar la torta intercalando cada capa con una fina cobertura de dulce de leche.
  7. Presionar suavemente, cubrir y dejar reposar en frío para que tome consistencia.

El reposo es clave: con las horas, las capas se integran y el sabor se vuelve más profundo.

Por qué tiene tantas capas

Las capas no son un exceso ni un capricho: son parte de la identidad del postre. Cada disco de masa es muy delgado y casi neutro, lo que permite que el dulce de leche sea el verdadero protagonista. El resultado es una torta liviana al paladar, pero intensa en sabor, que se corta en porciones finas y se disfruta sin apuro.