Clericó: receta clásica argentina para Navidad y Año Nuevo

La bebida que refresca tus fiestas veraniegas de fin de año.

23 de diciembre, 2025 | 11.00

En la mesa de Navidad y Año Nuevo en Argentina, donde el calor del verano empieza a sentirse con fuerza, el clericó argentino se ha consolidado como una de las bebidas más tradicionales e infaltables para compartir con familia y amigos. Se trata de una combinación de frutas de estación, vino blanco y buen sentimiento para compartir, ideal para acompañar los brindis y las largas sobremesas con el viento de diciembre.

El clericó argentino es una versión localizada del ponche frutal, o “clericot", adaptado a los sabores de Sudamérica, donde la fruta fresca y el vino combinan en jarras coloridas que se sirven bien frías. Más que una receta fija, existen múltiples variantes que cada familia adapta según sus gustos y frutas disponibles, aunque la base siempre es la misma: fruta, azúcar y vino blanco frío.

Clericó: una bebida para refrescar el verano.

Ingredientes para el clericó argentino

  • 2 unidades de naranjas
  • 1 unidad de manzana
  • 1 unidad de banana
  • 1 unidad de durazno
  • 1 unidad de pera
  • 2 unidades de kiwi
  • 2 unidades de ciruelas
  • 10 unidades de frutillas
  • 1 manojo de uvas
  • 1 unidad de limón (para exprimir)
  • 1 taza de azúcar (aprox. 200 g)
  • 1 vaso de vino blanco bien frío
  • Agua tónica o soda para un toque especial (opcional)

Preparación del clericó argentino

Para comenzar, es fundamental alistar y lavar todas las frutas, garantizando que estén frescas y bien limpias antes del corte. Luego, pelá y cortá las frutas en cubitos o rodajas, procurá tamaños uniformes para que se integren bien en el conjunto.

Cuando las frutas estén listas, se colocan en una jarra grande de vidrio con el azúcar sobre la fruta picada. Se mezcla suavemente; este paso es clave para que las frutas liberen sus jugos naturales y aporten dulzor aromático a la bebida. Una vez mezclado, reposar 30 minutos para que las frutas maceren y suelten sus sabores.

Tras la maceración, verter el vino blanco bien frío sobre la fruta y revolver un poco para que todos los sabores se integren. Sumá unas cucharadas de tónica o soda para aportar efervescencia, o incluso algún licor cítrico o de durazno para un perfil más sofisticado.

Finalmente, dejar la jarra a la heladera por una o dos horas antes de servir. Esto permite que el clericó absorba mejor los aromas y esté bien fresco para el brindis navideño o el conteo regresivo de Año Nuevo. Al servir, colocá cubitos de hielo y se puede decorar con rodajas de limón o fruta extra en cada copa.